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La pérdida del poder adquisitivo del salario frente a la devaluación en la ciudad de Santa Fe (página 2)




Enviado por acjose78



Partes: 1, 2, 3

Para contestar estas preguntas hay básicamente
dos sistemas. Por un
lado tenemos el sistema de mercado y, por otro, el sistema de
planificación central. En cualquier caso,
debe señalarse que los sistemas económicos
evolucionan al compás del desarrollo de
la sociedad en su conjunto, por lo que sería un error
pensar que las comunidades humanas eligen uno de los posibles
sistemas y lo adoptan de una vez por todas. La opción de
un sistema histórico es fruto de un proceso
histórico, siendo, por tanto, complejo el análisis de los factores que determinan la
elección de un sistema económico por una comunidad
concreta.

El sistema de economía de
mercado.

El funcionamiento de una economía capitalista o
de mercado, como es el caso de la economía
argentina, descansa en un conjunto de mercados donde se
compran y venden los bienes y servicios, así como los
factores productivos.

Un mercado es una organización en donde se
realizan compras y
ventas de
mercancías, y se ponen en contacto los demandantes y
oferentes.

Algunos mercados so lugares concretos como, por ejemplo,
la Bolsa de Comercio de
Santa Fe y el Mercado de Abasto de Frutas y Verduras de Santa Fe.
En otros casos, como ocurre en los mercados de servicios de
jugadores profesionales de fútbol y rugby, o en el caso de
los bonos del
Estado, unas
pocas personas realizan la mayor parte de su actividad por
teléfono. Asimismo, hay mercados como los
de departamentos de alquiler o de automóviles antiguos que
están menos organizados.

En cualquier caso, lo esencial en todo mercado es que
los compradores y los vendedores de un bien o servicio
entran en contacto libremente para comercializarlo, y siempre que
se dé esta circunstancia podemos decir que estamos ante un
mercado.

Los mercados de cambio y la
devaluación.

Las transacciones entre monedas de distintos
países se realizan en el mercado de cambios o de divisas.
En este mercado se lleva a cabo el cambio de moneda nacional por
las monedas de los países con los que se mantienen
relaciones económicas, originándose un conjunto de
ofertas y de demandas de moneda nacional a cambio de monedas
extranjeras.

Los mercados de cambios o de divisas son los mercados en
los que se compran y venden las monedas de los diferentes
países.

En el mercado de divisas de la Argentina, los argentinos
adquieren monedas extranjeras para atender a pagos en el
extranjero, como, por ejemplo, financiar la realización de
estudios superiores fuera del país. Asimismo, las empresas de la
Argentina adquieren divisas para pagar las importaciones de
bienes y servicios.

Por otro lado, las familias extranjeras que desean pasar
las vacaciones en Argentina, o las empresas extranjeras que
llevan a cabo importaciones procedentes de Argentina ponen sus
monedas en venta para
comprar los pesos que necesitan. Este tipo de transacciones
define el precio de
cambio del peso frente a las monedas extranjeras.

Cuando sube el precio en pesos de una unidad de moneda
extranjera, en el ejemplo considerado, cuando la tasa de cambio
pasa de $ 1cada Dólar a $3,65 cada Dólar, decimos
que el peso se ha DEVALUADO. Por el contrario, cuando baja, se
dice que se ha apreciado. Dados los precios nacionales y
extranjeros, las variaciones de las tasas de cambio alteran los
precios relativos o la competitividad
internacional. Una devaluación de la moneda nacional hacen
que nuestros bienes sean más baratos en el extranjero y
que los bienes extranjeros sean más baratos en el mercado
nacional. Por tanto, tiende a elevar las exportaciones y a
reducir las importaciones. Lo contrario ocurre con una
apreciación.

A pesar de que el país en diciembre de 2001
tenía un salario promedio mensual de apenas 600
dólares, muy bajo comparado con el de los trabajadores de
las naciones desarrolladas, los argentinos hemos debido reconocer
ante el mundo y ante nosotros mismos que no podemos darnos el
lujo de ganar tanto. A través de la devaluación, el
gobierno
decidió una reducción general de nuestros salarios
con el fin de ajustarlos al verdadero nivel de competitividad del
país.

A esa altura la salida de la convertibilidad fue
inevitable, incluso fue un error haber llegado a tales extremos
para sostenerla. Pero la flexibilización de nuestro
sistema cambiario debió haberse llevado a cabo mucho
antes, con otra situación fiscal y
suficientes reservas, y no de manera forzada en condiciones que,
según advirtieron los expertos de todo el mundo en ese
mismo momento, entrañan el elevado riesgo de
desembocar en un proceso de devaluación descontrolado.
Lamentablemente, hoy en Septiembre de 2001 (con el cambio 1
Dólar a $ 3,65) podemos decir que esos expertos
internacionales tenían toda la razón.

Lo notable es que tantos dirigentes en nuestro
país que hayan apoyado la devaluación no como un
mal necesario, sino como una suerte de panacea que, según
ellos, nos permitirá acceder de una buena vez al mundo de
la producción y el empleo. Al
igual de cómo se apoyo la declaración del DEFAULT,
la cesación de pagos, que todo el congreso (salvo contadas
excepciones) aplaudió con fervor como si hubiera sido una
medida salvadora.

Digamos las cosas como son. Ha sido necesario devaluar
debido al desorden de las cuentas
públicas, que tiene su origen tanto en la corrupción
política
como en los altísimos niveles de evasión
impositiva, es decir de corrupción privada, que se estiman
en un 40% (para calcular el resultado de las cuentas
públicas hay que saber sumar y restar; algunos sólo
saben restar.)

Cuidémonos, sin embargo, del discurso
interesado según el cual la devaluación nos hace
más competitivos en el largo plazo, la competitividad del
país no depende sólo (ni siquiera principalmente)
del tipo de
cambio. Más aún: haber tenido que devaluar
significa reconocer que no somos competitivos, que nuestra
productividad
ha quedado estancada, que sólo podemos competir en base a
costos (no con
productos diferenciados y de alto precio) y que, por lo tanto, no
nos queda más remedio que pagarle menos a nuestros
trabajadores.

En el exterior han dicho que una de nuestras opciones es
convertirnos en "un exportador barato del Tercer Mundo" haciendo
desaparecer en el proceso a nuestra clase media. Esperemos que no
sea ese el proyecto que
anima a los sectores que impulsan la devaluación.
Igualmente anacrónica es la idea de que debemos cerrarnos
al resto del mundo, cuando hasta el partido comunista chino ha
llevado a su país a la Organización Mundial del
Comercio.

En conclusión, que la devaluación haya
sido inevitable no significa que sea deseable. La competitividad
que se gana así es transitoria, como lo demuestra la
historia
económica argentina. Durante muchos años Alemania y
Japón
batieron todos los récords de exportación con monedas fuertes debido a
que aumentaban constantemente su productividad.

Pero la decisión acerca de cómo nos
insertaremos en el mundo, si compitiendo con productos y
servicios innovadores y de alto valor o con
mano de obra barata (nosotros no tenemos dudas) es parte de un
proyecto de país. Y nuestra vieja dirigencia no tiene
ninguno, ni lo tendrá, porque ya ha quedado demostrado que
el siglo XXI está más allá de sus fronteras
conceptuales e ideológicas. En última instancia
nuestro problema inmediato no es solo económica, sino,
también político. La Argentina no podrá
poner en marcha un proyecto viable hasta que haya renovado su
dirigencia con hombres y mujeres de espíritu
democrático, honestos y competentes.

CAPITULO II

Tema: "El Mercado de
Trabajo, el salario y la Población económicamente
activa"

 

El mercado de trabajo.

El mercado de trabajo se puede definir así, al
mercado en donde se ofrece y se demanda
trabajo: la oferta de
trabajo está conformada por las personas que, en un
momento dado, desean trabajar a los salarios corrientes, y la
demanda de trabajo la realizan las empresas, que requieren de
este factor productivo para realizar sus actividades. Cuando
estas dos se unen, ya sea en una fábrica, una empresa, un
negocio, etcétera, resulta como en cualquier otro mercado,
el precio de la mercancía, que en este caso es el salario.
Pero, el mercado de trabajo posee ciertas particularidades que lo
distinguen de los otros mercados, especialmente por la falta de
completa movilidad.

En primer lugar no existe un mercado único para
todo tipo de trabajo, ya que la oferta y la demanda serán
considerablemente diferentes según el tipo de tarea a
desempeñar: salvo para las ocupaciones más
sencillas, las empresas no podrán intercambiar
fácilmente un trabajador por otro, debido a que requieren
que éstos posean ciertas aptitudes específicas;
así como también, los oferentes, que poseen
también capacidades y entrenamientos diferentes,
encontrarán que pueden desempeñar sólo
ciertas labores y exigirán un salario acorde con sus
capacidades.

La movilidad espacial del trabajo, por otra parte, tiene
mayores restricciones que la de otras mercancías: como el
trabajador tiene que vivir relativamente cerca del lugar donde
trabaja, no podrá desplazarse con la misma facilidad
conque se mueven los objetos que se transan en otros mercados.
Factores adicionales como el idioma, el sexo y la edad
son factores que condicionan fuertemente tanto la oferta como la
demanda. Habrá, por lo tanto, mercados locales y
regionales muy activos, pero los
mercados de trabajo de amplitud nacional e internacional
sólo existirán para ciertos puestos.

Por último hay que tener en cuenta que los
oferentes pueden escoger, dentro de límites a
veces bastante amplios, si trabajarán o no, así
como las condiciones en que lo harán. La existencia de
sindicatos y
otras organizaciones
laborales afecta también notablemente el funcionamiento de
este mercado, lo mismo que las regulaciones que, sobre salario
mínimo, seguridad
industrial, seguridad
social y otros muchos aspectos, sale desde el
Estado.

Actualmente en la Argentina, el mercado de trabajo se
encuentra en una profunda crisis, esto
se debe a que la desocupación casi ha llegado a un 22%; es
decir, casi cinco (5) millones de personas están buscando
empleo. Además de que otro 18% se encuentra subempleado, y
gran parte de los ocupados cumplen tareas precarias. Los
índices de desocupación muestran también de
que la región mas castigada de todo el país es
"Gran Catamarca" con un porcentaje de desocupación que
ronda por el 25,5%, seguido por Gran Córdoba con un 25,3%
y Mar del Plata sería la tercera zona mas afectada con un
índice del 24,6%. La región o zona menos afectada
por la desocupación es Río Gallegos, quien posee
solo un 3,5%.

Además del problema de la desocupación, es
visible la precariedad del empleo en Argentina. Mas de 3,3
millones de trabajadores del sector privado, en su mayoría
jefes de hogar, ganan menos de $200 por mes, es decir casi un 26%
del total de los ocupados. Estos datos hacen de
que mas de un millón de ocupados sean indigentes, es
decir, es la cantidad de jefes de hogar cuyos ingresos no
cubren el acceso a una canasta básica de alimentos para
sus familias. Todas estas cifras han constituido un récord
en la historia de nuestro país.

Salario.

En un sentido amplio salario es la retribución
del factor productivo trabajo, incluyendo toda los ingresos
provenientes del empleo o del autoempleo, los honorarios
profesionales, las cantidades entregadas por las empresas a los
fondos de jubilación, etc. En un sentido más
restringido salario es la remuneración del personal empleado
en las empresas, incluyendo todos los pagos que éstas
realizan a su personal. En el lenguaje
corriente, y a veces en ciertos informes
económicos, los salarios son exclusivamente las remuneraciones
del personal obrero, en tanto que el pago a los empleados se
denomina sueldo. Esta distinción, sin embargo, tiende poco
a poco a caer en desuso: la diferencia entre empleados y obreros
es cada vez menos nítida en los procesos
productivos modernos, donde el empleo de la fuerza
física se
va reduciendo constantemente y donde la preparación
requerida por el personal obrero es cada vez mayor. El salario se
paga usualmente en dinero, pero
puede incluir una parte más o menos considerable de pagos
en especie. Hay empresas que ofrecen, como parte de la
remuneración, el derecho a usar ciertas instalaciones,
vivienda, mercancías que pueden ser adquiridas al costo y, en
general, otros bienes y servicios que se transfieren a su
personal. El salario que recibe un trabajador consta usualmente
de dos partes: por un lado está el salario básico,
o tipo de salario, que especifica la cantidad a pagar por hora,
día, semana, quincena o mes. Por otro lado están
los beneficios adicionales: bonificaciones, premios, bonos,
primas, aguinaldos, pagos a la seguridad social,
etc. Para distinguir al salario básico del salario total,
suele llamarse a éste último salario integral. En
la teoría
económica, el salario es la cantidad que las empresas
pagan por el uso del factor trabajo. Se trata por lo tanto de un
precio que, como cualquier otro, está determinado por la
oferta y la demanda existente. La demanda de trabajo es una
demanda derivada: el trabajo no se demanda por sí mismo,
como un bien de consumo, sino porque es capaz de producir bienes
y servicios. La demanda de trabajo depende, por ello, de la
demanda de los bienes y servicios en los que interviene para su
producción y de la productividad que tenga en un momento
determinado con la tecnología existente.
A mayor productividad se requerirá de menos trabajo para
producir los mismos bienes. La oferta de trabajo dependerá
de la cantidad de personas que estén dispuestas a
renunciar al ocio a cambio de una remuneración y ella
estará afectada, por lo tanto, por los ingresos que los
individuos tengan por otros conceptos y por los hábitos y
costumbres prevalecientes en una sociedad determinada. La
estructura de
los salarios relativos, de lo que se paga a cada una de las
especialidades que se distinguen en el mercado de trabajo,
dependerá de la demanda y la oferta de cada una de ellas;
estará condicionada por los niveles de capacitación promedio de la mano de obra
existente y por la estructura de la industria. En
la práctica, es preciso incorporar una serie de factores
que modifican sensiblemente los análisis teóricos
anteriores: en primer lugar, y por causa de presiones sindicales
y políticas, los salarios nunca bajan, al
menos en términos nominales. Sí lo pueden hacer, y
lo hacen, en términos reales, cuando los incrementos en
los mismos son inferiores a la inflación. En segundo lugar
existe, en muchos países, el llamado salario
mínimo, un límite inferior fijado por la ley por debajo
del cual resulta ilegal hacer contratos de
trabajo. Las regulaciones gubernamentales en materia de
trabajo, además, determinan que un conjunto de beneficios
deban ser pagados obligatoriamente a los trabajadores. Todos
estos elementos encarecen administrativamente el factor trabajo,
impidiendo la fijación de un precio de mercado y
provocando desempleo: las
empresas que podrían contratar trabajadores a salarios
menores deben abstenerse de hacerlo y los trabajadores que
estarían dispuestos a trabajar por esos salarios no
encuentran colocación. Ello crea, en muchas
economías, la emergencia de un sector de la
producción que se aparta de las normativas legales porque
no puede asumir los costos que éstas suponen: el sector
informal. A estas imperfecciones en el mercado de trabajo hay que
agregar las que emergen de la falta de información y de
las trabas que existen a la movilidad de los
trabajadores.

Desde la vigencia de la ley de convertibilidad, hasta el
mes de julio de 2002, los salarios no han sufrido aumento
alguno.Si se producían variaciones, éstas
representaban el aumento de algunos de los rubros que componen la
remuneración bruta, tal es el caso de la
antigüedad.

A partir del mes de julio con la sanción del
decreto 1273/2002 se impone un aumento de $ 100 para los
trabajadores del sector privado, aumento que de ninguna manera
alcanza para compensar la pérdida del poder adquisitivo
del salario a causa de la devaluación.

Es ridículo pensar que con un aumento de solo
$100 se puede compensar un aumento de precios tan grande como el
que se está dando en Argentina, que en este momento supera
(según nuestras propias mediciones) el 77 %.

La inflación de los precios minoristas
podría ser, en el mejor de los casos, cercano al 90% hacia
fines de año, siempre que el tipo de cambio no supere la
barrera de los $4. Las proyecciones surgen después de
conocerse oficialmente el incremento que tuvieron en abril los
precios al consumidor. Tal
como se había anticipado, aumentaron un 10,4% y acumulan
el cuatrimestre una suba del 21,1%, muy superior al 15% que el
gobierno de Eduardo Duhalde calculó para todo el
año.

Esta medida adoptada por el gobierno, beneficia muy poco
a los empleados de las empresas privadas, pero perjudica mucho a
los dueños y administradores de las PyMES
(pequeñas y medianas empresas), que tienen que afrontar
nuevos gastos, como si
no tuvieran suficientes problemas se
los sigue castigando. Estas PyMES son las que tendrían que
ser el sostén principal de la economía del
país, son las que deberían ser subsidiadas por el
Estado, y no las que se tengan que encargar de atemperar los
efectos que produce esta devaluación llevada de mal
modo.

Población económicamente
activa:

Se llama la población económicamente
activa a la parte de la población total que participa en
la producción económica. En la práctica,
para fines estadísticos, se contabilizan en la PEA a todas
las personas mayores de una cierta edad (15 años, por
ejemplo) que tienen empleo o que, no teniéndolo,
están buscándolo o a la espera de alguno.
Obviamente ello excluye a los pensionados y jubilados, a las amas
de casa, estudiantes y rentistas así como, por supuesto, a
los menores de edad.

Si se calcula el porcentaje entre la PEA y la
población total se obtiene la tasa de actividad general de
un país. Cuando un país tiene altas tasas de
crecimiento demográfico la tasa de actividad tiende a ser
baja, debido a que existe un alto número de menores de
edad y estudiantes en relación al total. Ello ocurre
frecuentemente en los países menos desarrollados, como
producto de la
llamada transición demográfica,
constituyéndose en una traba para alcanzar un mayor
crecimiento
económico, ya que las personas que trabajan tienen que
producir -directa o indirectamente- para un gran número de
personas que no generan bienes ni servicios.

CAPITULO III

Tema: "Principales
aspectos de la convertibilidad"

  =

A traves de los siguientes gráficos pretendemos mostrar las realidades
de cada año durante la época de
convertibilidad:

Producto bruto interno (PBI):

 Para ver el
gráfico seleccione la opción
"Descargar" 

Observaciones:

Se puede apreciar en el gráfico un constante
aumento del PBI desde el año 1993 hasta 1998, al
alcanzar

el monto de 298131 millones de
dólares.

Por otra parte, a partir del año 1999 hacia el
año 2002, el producto bruto interno Argentino, continua
cayendo a un ritmo acelerado, perdiendo en promedio 20000
millones de dólares por año
aproximadamente.

En la actualidad, el PBI, se encuentra en un nivel
similar al de el año 1993.

Hay que destacar que la baja del PBI producida desde
1998 hasta el corriente año es de 21%

PRODUCTO INTERNO BRUTO A PRECIOS DE
MERCADO

AÑO

MONTO

93

236.505

94

257.440

95

258.032

96

272.150

97

292.859

98

298131

99

283.260

2000

284.204

2001*

268.697

Fuente: INDEC

*Corresponde a una cifra estimada, tomando los datos del
primer Trimestre de 2002

Producto Interior Bruto (PIB), valor
total de la producción de bienes y servicios de un
país en un determinado periodo (por lo general, un
año, aunque a veces se considera el trimestre), con
independencia
de la propiedad de
los activos productivos. El Producto Nacional Bruto (PNB), que es
la suma total de todos los ingresos percibidos por los residentes
de un país, independientemente de dónde se
sitúen sus activos productivos

El PIB engloba el consumo privado, más la
inversión, el gasto
público, la variación en existencias y las
exportaciones netas (las exportaciones menos las importaciones).
El PIB suele calcularse a precios de mercado; sin embargo, si se
restan los impuestos indirectos y se suman los subsidios y las
transferencias del Estado se obtiene el PIB al coste de los
factores, lo que permite una visión más precisa de
la remuneración de cada factor de producción.
También puede calcularse a precios constantes (lo
más habitual) o a precios corrientes (que no tienen en
cuenta los efectos de la inflación). El PIB se puede
establecer de tres maneras: sumando el valor de todos los bienes
y servicios producidos; sumando todos los gastos en bienes y
servicios; o sumando la remuneración de todos los factores
productivos. En teoría, los tres métodos de
cálculo
deben ofrecer un mismo resultado, puesto que la producción
tiene que ser igual al gasto, que a su vez es igual a los
ingresos. Sin embargo, es imposible calcular con absoluta
precisión el PIB, aunque sólo sea porque siempre
existe cierta economía sumergida (actividades no
declaradas de forma oficial); por ejemplo, en Italia existe una
importante economía sumergida estimada en torno al 20% de
toda la actividad económica, aunque para algunos analistas
es algo superior.

Uno de los indicadores
del nivel de vida de un país viene dado por el PIB per
cápita que no es más que el PIB total dividido por
el número de ciudadanos. Esta cifra suele darse en
dólares estadounidenses para facilitar las comparaciones
entre países. Si el PIB crece más deprisa que la
población, se considera que aumenta el nivel de vida. Si
la población crece más deprisa que el PIB se dice
que el nivel de vida disminuye.

2.3 BALANZA DE PAGOS

Exportaciones, serie estacionalmente ajustada. Total del
país. Años 1991/2001

AÑO

TOTAL (en millones de
dólares).

1991

12069

1992

12327

1993

13211

1994

15933

1995

21058

1996

23907

1997

26528

1998

26532

1999

23408

2000

28410

2001*

26947

Observaciones: el gráfico precedente muestra la
evolución de las exportaciones
argentinas.

Las mismas llegaron a su pico mas alto en el año
2000 cuando alcanzó el monto de U$S 28409,5
milllones.

Se destaca una curva ascendente a partir del año
1991 al 1998.

En el año 1999 las exportaciones descienden U$S
3000 millones tomando como referencia el año inmediato
anterior, con una suma de U$S 23407,7 millones.

Importaciones. , serie estacionalmente ajustada. Total
del país. Años 1991/2001

AÑO

TOTAL (en millones de dólares).

1991

8158,9

1992

14699,5

1993

17033

1994

21649,4

1995

20603,9

1996

23823,9

1997

30163,6

1998

31460,5

1999

25528,5

2000

25284,7

2001

20984,3

Observaciones : Según el analisis de los datos
del grafico precedente se puede apreciar el aumento

constante de las importaciones desde el año 1991
hasta 1998 inclusive.

A partir del año 1999 hacia la actualidad la baja
de las mismas es sumamente significativa.

2.4 TASA DE DESOCUPACIÓN.

Fuente:
INDEC

En este gráfico se puede apreciar la
evolución de la tasa de desocupación en los
aglomerados urbanos, si interpretamos los datos podemos observar
cierta regularidad desde 1995 hasta 1998 donde la
desocupación estaba en disminución, pero a partir
de ese año se observa la suba de esta taza hasta el pico
en mayo del 2002 donde llegó a su máximo: 21.5
%

CAPITULO IV

Tema: "Evolución de
los precios de consumo básico en la ciudad de Santa
Fe"

Este listado de productos conforman parte de la canasta
básica.

Se han seleccionado los mismos a efecto de determinar la
variación de precios desde Diciembre del 2001 hasta Agosto
del 2002.

En los casos se pueden observar incrementos
significativos, como ser el caso de productos derivados de
cereales y oleaginosas. Esta es una gran contradicción, ya
que Argentina, y particularmente la provincia de Santa Fe, es uno
de los principales productores de estas materias.

En las mediciones realizadas hemos notado el siguiente
comportamiento:

Desde Diciembre a Mayo se produjo el mayor
aumento.

  • Dic a Mayo 42,42%
  • Mayo a Junio 0,60%
  • Junio a Julio 13,49%
  • Julio a Agosto 5,5%

Los productos que se vieron más afectados por la
suba de precios fueron:

  • Polenta Arcor x 1 Kg. 266,67%
  • Arroz Susarelli x 1 Kg. 226,32%
  • Aceite girasolmaiz Patito
    152%
  • Azúcar Ledesma x 1 Kg. 128,26%
  • Aceite girasol Alsamar 123,62%
  • Harina lehudante Reinharina 179,41%

PRODUCTO

MARCA

CANTIDAD

Dic-01

May-02

Jun-02

Jul-02

Ago-02

Var. Dic01-Ago02

PAN

1 KG

1.13

1.8

1.7

2.1

2.12

87.61

LECHE

MANFREY

1LT

0.51

0.89

0.89

1.05

1.05

105.88

LECHE

SANCOR

1LT

0.88

1.15

1.17

1.09

1.25

42.05

YOGURT

MILKAUT

1LT

0.99

1.19

1.2

1.53

1.72

73.74

CERVEZA

SANTA FE

1LT

0.85

1.03

1.12

1.05

1.08

27.06

DETERGENTE

ALA

500CC

1.62

1.62

1.93

1.56

1.75

8.02

LAVANDINA

AYUDIN

1LT

0.89

0.94

0.89

0.94

1.12

25.84

ALGODÓN

ESTRELLA

200G

1.54

1.74

1.7

1.89

1.89

22.73

PASTA DENTAL

COLGATE

180G

1.6

2.86

2.73

2.39

2.45

53.13

DESODORANTE

AXE

500CC

3.52

4.59

4.41

4.45

4.45

26.42

DESODORANTE

ETIQUET

500CC

1.99

3.1

2.67

2.99

3.2

60.80

JABON

LUX

50G

0.75

1.22

1.15

1.24

1.2

60.00

FIDEOS SECOS

TERRABUSI

500G

0.86

1.62

1.8

1.73

1.75

103.49

FIDEOS SECOS

MATARAZZO

500G

0.82

1.49

1.37

1.68

1.77

115.85

ARROZ

SUSARELLI

1KG

0.95

1.99

2.09

2.59

3.1

226.32

POLENTA

ARCOR

1KG

0.45

1.47

1.42

1.67

1.65

266.67

HARINA LEHUDANTE

REINHARINA

1KG

0.68

1.79

1.87

1.84

1.9

179.41

HARINA LEHUDANTE

SAHRITA

1KG

0.65

1.49

1.28

1.28

1.3

100.00

HARINA 000

SAHRITA

1KG

0.62

1.15

1.15

1.15

1.15

85.48

HARINA 000

REINHARINA

1KG

0.7

1.29

1.09

1.36

1.3

85.71

AZÚCAR

LEDESMA

1KG

0.46

0.89

0.78

0.99

1.05

128.26

CACAO

QUILLA

500G

1.3

2.37

2.4

2.97

2.85

119.23

CAFÉ

LA VIRGINIA

500G

1.8

2.25

2.26

2.63

2.65

47.22

YERBA

TARAGÜÍ

1KG

1.49

1.52

1.26

1.52

1.72

15.44

YERBA

ROSAMONTE

1KG

1.2

1.32

1.12

1.32

1.37

14.17

VINO

TORO

1LT

1.52

1.56

1.7

1.54

1.59

4.61

VINO

VALMONT

1LT

7.2

7.49

7.2

7.2

7.5

4.17

VINO

VALDERROBLES

1LT

2.3

2.49

2.68

3.19

3.23

40.43

CERVEZA

QUILMES

1LT

0.89

1.1

1.1

1.19

1.2

34.83

CERVEZA

ISENBECK

1LT

0.99

1.19

1.03

1.05

1.09

10.10

ACEITE girasol, maíz

PATITO

1LT

1.25

2.25

2.9

3.19

3.15

152.00

ACEITE girasol, maíz

ALSAMAR

1LT

1.4

2.44

2.6

2.6

2.85

103.57

ACEITE girasol

ALSAMAR

1LT

1.99

3.99

4.21

4.49

4.45

123.62

ACEITE girasol

NATURA

1LT

1.84

3.16

3.12

3.35

3.25

76.63

BANANA

ECUADOR

1KG

1.1

1.95

2.2

1.99

1.85

68.18

COSTILLA novillo

1KG

2.51

2.92

3.49

4.7

4.85

93.23

COSTELETA novillo

1KG

2.72

3.54

3.49

4.95

5.09

87.13

total x mes

53.96

76.85

77.17

84.45

86.94

61.12

Incremento

porcentual

promedio

77.37

incremento en %

respecto a dic01

42.42%

43.01%

56.50%

62%

Encuesta:

En cuatro puntos distintos de la ciudad de Santa Fe,
tomamos 104 muestras de una encuesta previamente
establecida.

¿Trabaja actualmente?

El 69.23% trabaja, el 30.77% no.

¿Quién mas trabaja en su grupo
familiar?

En un 48,1% trabaja el cónyuge, y en un 25%
trabaja alguno de sus hijos.

¿Cuántos integrantes tiene su grupo
familiar?

El 28.85% tiene 2 integrantes, el 42.3 tiene de 2 a 4 y
el 28,85 tiene mas de 4.

¿Cuáles son los ingresos del grupo
familiar?

El 30,77% de los encuestados tienen ingresos familiares
inferiores a $400, el 17.3% percibe entre $401 y $750, el 17,3
entre751 y1000, el 13,46% recibe entre 1001 y 1500, y el 21.17%
tiene ingresos familiares superiores a los $1500.

¿Cómo distribuía sus ingresos hasta
diciembre de 2001? ¿Y ahora?

HASTA DICIEMBRE DE 2001

ACTUALMENTE

ALIMENTACIÓN

68%

78,87%

VESTIMENTA

13%

12,1%

ESPARCIMIENTO

12,5%

6,8%

AHORRO

6,5%

2,4%

6.¿Cómo hace para contrarrestar la suba de
precios dada por la devaluación? ¿Mantiene la
calidad de los productos que compraba?

El 69,23 % bajó la calidad de los productos que
compra, el 14,42 % compra menos productos de la misma calidad y
el 16,35 % restante mantiene las mismas calidades y cantidades
que compraba antes de la devaluación.

¿Qué impresión tiene respecto a la
devaluación?

El 88,46% opina que es negativa, el 1,9% cree que es
indistinta y al 9,64% le parece favorable.

Conclusiones de la
monografía:

A lo largo de este proyecto se pudo comprobar que el
poder adquisitivo del salario ha disminuido notablemente frente a
la devaluación en la ciudad de Santa Fe.

Particularmente, hemos descubierto rasgos nuevos y
novedosos acerca de la devaluación y el poder del salario
que resultaron de gran interés.

Con respecto al problema planteado al principio, nos
hemos dado cuenta que a diferencia de la devaluación, que
llevó a una hiperinflación, en 1989, donde los
precios subían pero a su vez los salarios también,
en la actual devaluación los precios subieron pero los
salarios no, a excepción de lo establecido en el Decreto
1273/2002, que determina que a partir del mes de julio y hasta
diciembre del corriente año, los trabajadores del sector
privado recibirán un adicional de $ 100. Esto, para un
importante sector de los habitantes de la ciudad de Santa Fe, no
tiene ningún tipo de beneficios, ya que en su
mayoría son empleados públicos, y justamente este
decreto excluye a este tipo de trabajadores.

La consecuencia de este diferencia provocó que el
salario comience a distribuirse de diferente manera,
destinándose en su mayor parte a cubrir las necesidades
básicas de alimentación y
vestimenta, y en menos menor parte a ahorro y
esparcimiento.

De acuerdo a un informe del
Instituto Provincial de Estadísticas y Censo ubica a la ciudad de
Santa Fe sobre la media nacional, por la evolución que ha
tenido el índice autoponderado de precios.

Los trabajadores podríamos decir que son los
más afectados por la devaluación, ya que por
ejemplo para que un trabajador en el mes de mayo de este
año pudiera consumir la misma cantidad de bienes y
servicios que en mayor del año pasado, su salario
debería haber aumentado un 34%; todos sabemos que los
salarios no han aumentado, por lo tanto este ejemplo confirma que
se ha producido un deterioro significativo en el poder de compra
del salario.

La devaluación y el alto índice desempleo
en nuestra ciudad provoca una caída acelerada el salario.
El salario en dólares/hora paso de 6,42 en diciembre de
2001 a 2,20 en abril de este año, y está un 25% por
debajo del promedio 1993-2001.-

Como lo indicamos al resumir los resultados de la
encuesta: ha variado lel destino del salario para atender
distintas necesidades de los habitantes de la ciudad de Santa Fe,
a esto le agregamos también el impacto que tendrá
sobre la calidad de
vida de nuestros habitantes.

Por los antecedentes inflacionarios que tiene nuestro
país, se ha tomado a la inflacion como un
impuesto
más, en este caso recae sobre el asalariado. Hoy el
índiece de desempleo está alrededor de los 25%, y
se han perdido muchos puestos de trabajo.

Más del 50% de la población quedó
por debajo de la linea de pobreza. Hemos
comprobado que técnicamente la devaluación sirve
para reducir el salario de los trabajadores, en beneficio de las
empresas para que estas ganen en competitividad. Pero nos
preocupan los resultados que estamos viendo: el aumento de la
inequidad social y una mala distribución de la riqueza.

Hipótesis número 1: "El poder
adquisitivo de el salario de los habitantes de la ciudad de Santa
Fe ha caído significativamente a partir del 5 de Enero del
2002 debido a la devaluación del peso."

A lo largo de este proyecto se pudo comprobar que el
poder adquisitivo del salario ha disminuido notablemente frente a
la devaluación.

Particularmente, hemos descubierto rasgos nuevos y
novedosos acerca de la devaluación y el poder del salario
que resultaron de gran interés.

Con respecto al problema planteado al principio, nos
hemos dado cuenta que a diferencia de la devaluación, que
llevó a una hiperinflación, en 1989, donde los
precios subían pero a su vez los salarios
también,(entre marzo y septiembre de 1989 los precios
aumentaron un 1600 porciento, pero los salarios tambien
aumentaron en un 1100 porciento) en la actual devaluación
los precios subieron pero los salarios no.

Hipótesis número 2: "Los habitantes
de la ciudad de Santa Fe, frente a esta pérdida del poder
adquisitivo de sus salarios, han decidido optar por consumir
bienes y servicios de menor calidad".

La consecuencia de este diferencia provocó que el
salario comience a distribuirse de diferente manera,
destinándose en su mayor parte a cubrir las necesidades
básicas de alimentación y vestimenta, y en menos
menor parte a ahorro y esparcimiento. Esto se nota en la encuesta
realizada.

Hipótesis número 3: "Los precios de
la canasta familiar de Santa Fe se ven afectados
considerablemente por la reciente devaluación."

Esta hipótesis se ve confirmada a través
del Relevamiento del precio que realizamos en los distintos
supermercados de la ciudad. El incremento porcentual promedio de
los precios de los productos que integran la canasta
básica alimentaria es de un 77,37%.

ANEXO
MONOGRÁFICO:

Argentine president seeks help, but IMF says there
is no quick fix for crisis

Associated Press

Friday, March 22, 2002

MONTERREY, Mexico – Argentina’s
president said his country was pursuing a balanced budget, a free
floating currency and the gradual elimination of a
government-ordered banking freeze – all in the name of
turning around the crippled economy.

But in a speech Thursday at a U.N. summit on development
aid in Mexico, president Eduardo Duhalde appeared to scold the
international community, accusing it’s the leaders of
watching impassively as his country struggled with the ever
increasing problem of poverty.

Partes: 1, 2, 3
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